jueves, 3 de marzo de 2011

Sólo China e India superan ritmo de crecimiento de Brasil


El crecimiento del 7,5 por ciento de la economía brasileña el año pasado, además de haber sido el mayor para el país en los últimos 24 años, también se ubicó entre los mayores del mundo en 2010, apenas superado por los de China e India, informó el día 3 una fuente oficial.

De acuerdo a una clasificación divulgada por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) de entre las 20 mayores economías del mundo que ya divulgaron su Producto Interior Bruto (PIB) el año pasado, las de mayor expansión en 2010 fueron las de China, con un crecimiento del 10,3 por ciento, India, con un avance del 8,6 por ciento, y Brasil, con su 7,5 por ciento.

El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, calcula que Brasil debe ubicarse en el quinto lugar entre los países con mayor crecimiento el año pasado debido a que, aunque no han divulgado sus PIB, se calcula que Argentina cerró el año con una expansión del 9,1 por ciento y que Turquía también obtuvo un crecimiento por encima del 7,5 por ciento.

Según los datos divulgados por el IBGE, el crecimiento brasileño se ubicó muy por encima de las grandes potencias mundiales, ya que la economía de Estados Unidos se expandió un 2,9 por ciento, la de Japón un 3,9 por ciento, la de Alemania un 3,6 por ciento, la de Rusia un 3,8 por ciento, la de Francia un 1,5 por ciento y la de Corea del Sur un 6,1 por ciento.

De entre las 20 mayores economías mundiales que ya divulgaron su PIB el año pasado, Grecia registró una retracción del 4,5 por ciento y España una caída del 0,1 por ciento.

"Las economías de Brasil, China e India son muy diferentes, con características de políticas de desarrollo diferentes, pero son países que están creciendo, que tienen potencial de destacarse en el futuro", afirmó el coordinador de los estudios sobre Cuentas Nacionales del IBGE, Roberto Olinto, al comentar la expansión de los tres países.

De acuerdo con Mantega, además de estar entre los cinco que más crecieron el año pasado, Brasil pudo haber ascendido a la séptima mayor economía del mundo en valores, gracias a su PIB de 2,2 billones de dólares en 2010.

"Si consideramos el PIB a precios de paridad y poder de compra, en una cuenta aún no oficial que tendrá que ser hecha por el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, obtuvimos el séptimo mayor PIB del mundo, por encima de los de Francia y Reino Unido", afirmó el ministro.

ANÁLISIS: ¿Está China exportando inflación al mundo?


Con la inflación de China manteniéndose en niveles relativamente elevados durante los últimos meses, recientemente en Occidente han surgido quejas en el sentido de que la "imprudente" expansión monetaria y el imparable aumento de los costos laborales en este país la han impulsado al alza, y además que el fenómeno estaría expandiéndose al resto del mundo.

A este respecto, economistas basados en Beijing, la capital, coincidieron en que algunas personas distorsionan y malinterpretan la economía china, y en que sus quejas no concuerdan con la realidad.

De hecho, China también es una víctima de la inflación mundial, fenómeno que, a su juicio, se debe principalmente a la política monetaria "ultra-relajada" de Estados Unidos.

Para protegerse de los impactos negativos de la crisis financiera global y evitar una eventual recesión económica brusca, China lanzó a finales de 2008 un paquete de estímulo de 4 billones de yuanes (615.000 millones de dólares), el cual abarca un gran volumen de préstamos bancarios.

Las medidas de estímulo fueron acogidas con agrado por la mayoría de los países, que las calificaron como un "oportuno empujón" no sólo para la economía china sino también para la global.

En efecto, gracias a estas medidas la economía nacional logró mantener su tendencia al alza, con crecimientos de 9,2 y 10,3 por ciento en 2009 y 2010, respectivamente. Sin embargo, también se han registrado inevitables efectos colaterales, luego de que la expansión monetaria, que incluyó más de 1.800 millones de yuanes en nuevos créditos sembrara la semilla de la inflación.

Pero, ¿es tan grave la inflación en China como para empeorar la global?

Guo Tianyong, profesor de la Universidad Central de Finanzas y Economía de Beijing, opinó que, en vista de que el yuan no es una moneda de reserva global, su expansión monetaria a nivel doméstico difícilmente podría desbordarse al exterior.

El aumento de los precios de las materias primas en el mercado internacional se debe a la política monetaria cuantitativa excesivamente laxa de Estados Unidos y a las bajas tasas de interés que adoptan algunas economías desarrolladas, sostuvo Li Daokui, un asesor sobre política monetaria del Banco Popular de China, el central.

Zhang Xiaojing, investigador de la Academia de Ciencias Sociales de China, señaló que la excesiva liquidez global no sólo contribuye al alza de los precios de las materias primas, sino que también intensifica la presión de la inflación sobre las economías emergentes, a través de la absorción de una mayor cantidad de dinero especulativo.

El pasado 24 de febrero, el precio del crudo en el mercado de Nueva York alcanzó los 103 dólares por barril, mientras que en el de Londres llegó a 119,79 dólares. Los precios del oro, el algodón y otros artículos también se dispararon.

Con el fin de contrarrestar la presión inflacionaria importada, muchos países en vías de desarrollo elevaron las tasas de interés. No obstante, la cada vez más ancha brecha de las tasas sólo ha servido para atraer más "dineros calientes".

Chen Fengying, director del Instituto de Economía Mundial del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, sostuvo que culpar al país de exportar la inflación es una estrategia a la que recurren algunas naciones para evadir su responsabilidad por la inflación global.

Durante las últimas décadas, el auge económico de China se ha basado primordialmente en la mano de obra barata y el uso excesivo de sus recursos. Pero la nueva generación de trabajadores migrantes exige salarios más altos y mejores condiciones laborales, lo que, como es normal, agrega costos a los productos que el país exporta. Con todo, esto también ha sido interpretado como una de las razones para que China esté "elevando" la inflación a nivel mundial.

En referencia a este tema, Chen dijo que el aumento de los costos laborales en el país beneficia la transición de la economía nacional hacia un modelo de labor intensiva, y además contribuye a equilibrar el comercio exterior de China, lo que en últimas beneficia a la economía global.

A pesar de que China enfrenta una difícil tarea en el combate contra la inflación, varios economistas vaticinaron que ésta no se descontrolará.

El Índice de Precios al Consumidor, el principal barómetro de la inflación, se situó en enero en 4,9 por ciento, muy cerca del 5,1 por ciento registrado en noviembre pasado, el nivel más alto en 28 meses.

El economista jefe del Buró Nacional de Estadísticas, Yao Jingyuan, sostuvo que la posibilidad de que se produzca una hiperinflación en China es escasa, pues el país ha registrado cosechas abundantes en los últimos siete años, goza de un relativo equilibrio de su mercado industrial y también cuenta con una capacidad excesiva de producción en algunos sectores.

Chen, por su parte, remató con un interrogante: "Si la inflación no es tan alta como para agravar las cosas a nivel interno, ¿cómo podría extenderse al resto del mundo?".(Xinhua)
04/03/2011

Timothy Geithner: la economía china tiene que "cambiar radicalmente"


El Ministro de Finanzas de EE.UU., Timothy Geithner, declaró que el modelo económico chino tiene que "cambiar radicalmente", respondiendo así a una pregunta sobre economía china realizada en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados John Hopkins (SAIS por su sigla en inglés), en Washington DC.

Geithner hizo esta observación en respuesta a una pregunta del público después de leer algunos comentarios sobre los puntos más importantes de las relaciones económicas de EE.UU. con China. En su discurso esbozó una serie de consideraciones de EE.UU. respecto a la economía china y sobre la competencia en el mercado chino.

Es un hecho conocido que los puestos de mayor responsabilidad de la economía china están en manos del régimen chino. Las estrechas relaciones, que muchas empresas tienen con el estado, les permiten eludir las barreras comerciales utilizando un amplio espectro de preferencias y subvenciones que les dan una (verdaderamente injusta) ventaja frente a EE.UU. y a otras empresas extranjeras.

Estas preferencias significan el acceso a favorables financiaciones económicas rentables para la agricultura, energía y contratos públicos, donde los sobornos para conseguir contratos están a la orden del día.

El robo de la propiedad intelectual está como siempre muy generalizado, los gastos para EE.UU. y otras empresas extranjeras ascienden cada año a miles de millones de dólares.

Al mismo tiempo, la campaña conocida como “innovación nacional”, se gestiona con masivas transferencias financieras a empresas estatales y otras que prefieren la tecnología china frente a la tecnología extranjera, abarcando incluso la enorme área de abastecimiento público de China.

Todas estas prácticas que ahora son rutina “violan los compromisos internacionales de China”, afirmó Geithner. “Tienen que cambiarlas radicalmente”.

Geithner comentó que lo une una relación amistosa con su colega chino Wang Qishan, pero que el mismo Wang a menudo enfrenta mucha oposición en China. De cualquier forma...  “creo verdaderamente que con el paso del tiempo China no tiene otra elección”, declaró Geithner.

Geithner cree que Wang comprende los deseos de EE.UU. con respecto a la economía china y su deseo de que el PCCh deje de tener el control del capital y de los mercados, una modificación que Geithner considera inevitable.

Pero el ministro no explicó cómo reaccionaría EE.UU. frente al régimen chino, si éste diera algún paso en esa dirección.

China ha intentado hacer frente a algunas de las preocupaciones de larga data, aunque varias de ellas siguen siendo inherentes a la forma en que el partido comunista está estructurado para gobernar el país.

Medidas, para reducir el rol del estado y los controles administrativos sobre cómo el capital se asigna “tienen aún un largo camino por recorrer”, explicó Geithner. “No se puede crecer si el estado tiene que decidir quién obtiene el capital. No hay ningún ejemplo exitoso de ello”.

“Esto tendrá que ocurrir, no queda otra alternativa”. Esbozó también la estrecha relación entre el poder político y el poder económico: “Toda la economía es política”.

Los cambios fundamentales en la economía china y la forma en que ésta interactúa con el mundo, lo que Geithner considera esencial para corregir desequilibrios, se asocian a menudo con las llamadas “reformas políticas” en China. Pero las perspectivas para la reforma política no son prometedoras, de acuerdo con los mismos dirigentes del partido.

En octubre y noviembre del año pasado fueron publicadas una serie de editoriales de alto contenido informativo por el Diario del Pueblo, periódico oficial del Comité Central del PCCh. En ellas se explicaba categóricamente que cualquiera reforma en China estaría “sujeta de forma inequívoca al control del partido”. Estas editoriales fueron consideradas como un golpe definitivo a las breves esperanzas que se habían depositado tras las declaraciones del año pasado del líder del régimen chino, Wen Jiabao, ante la CNN y otros medios occidentales, sobre la necesidad de una reforma del partido.

Cualquier cambio tendrá que “mantener una orientación política correcta... por la senda del socialismo con características chinas”, comentario editorial.

Grandes empresas trasladan su producción de China a Indonesia


Un importante administrador del grupo de calzados Payless Collective Brands de Estados Unidos, informó que las fábricas radicadas en China se trasladan a Indonesia, unos  de los lugares de mayor movimiento económico del sudeste de Asia. Otras empresas extranjeras como Unilever, Nestlé y Toyota, también se están trasladando a Indonesia.

Según el Financial Times, “El grupo de calzados de EE.UU. Collective Brands, que posee la cadena de zapatos Payless, abrirá 15 tiendas en Indonesia el próximo año, también va a trasladar parte de sus grandes fábricas de calzados a Indonesia…”

El grupo Collective Brands empezó surtiendo con materias primas a los fabricantes de Indonesia para disminuir su dependencia hacia China, país que está aumentando los costos de la materia prima.

Matt Rubel, gerente de venta Collective Brands, dijo que su compañía espera que los fabricantes de calzados de Indonesia  aumenten la cantidad de mercadería entregada para 2015 en un estimado de 12 millones de pares de zapatos. Para Rubel, “China ha sido un lugar para fabricar zapatos económicos, buenos y baratos, pero es una utopía temporal, la utopía no dura mucho”.

En 2009 la compañía tuvo una venta total de 170 millones de pares de zapatos y generó ingresos por 3,3 millones de dólares en EE.UU.

La producción de calzados de China ocupa el 80% del total de la producción, Rubel calcula que en dos años va a bajar alrededor del 70 y  60%.

Ahora, muchas empresas extranjeras como Unilever, Nestlé y Toyota están entrando a Indonesia para ampliar la escala de producción.

La revaluación del yuan chino es un problema político


Luego de la disputa con Japón sobre la soberanía de las islas Diaoyu, y las tensiones con los EE.UU. a causa de las maniobras militares conjuntas de los ejércitos norteamericano y surcoreano, la devaluación del Yuan vuelve a poner al régimen chino en el centro de las miradas.

El 29 de septiembre, la Cámara de Representantes de Norteamérica presentó un proyecto de ley que contempla la implementación de sanciones económicas sobre los impuestos  aduaneros a las exportaciones chinas. La votación fue de 348 votos a favor y 79 en contra.

El proyecto tendrá que pasar todavía por el Senado para que el presidente Obama lo decrete ley. Falta por definir, sin embargo, si el Senado lo aprobará antes de las próximas elecciones legislativas.

Actualmente hay en China dos puntos de vista diferentes sobre la revalorización del yuan. El primero cree que un aumento de los precios sobre los productos de exportación causaría un retroceso de las exportaciones. El segundo piensa que sería ventajoso, porque ello conduciría a una caída de precios sobre las materias primas y artículos  de importación, y por consiguiente la inflación sería limitada. También el poder adquisitivo del yuan se elevaría. Las empresas podrían mejorar su productividad y consolidar sus capacidades tecnológicas para cubrir las necesidades nacionales. Eso de hecho, podría reforzar la economía china.

La evaluación del yuan es vital para el régimen debido a la posibilidad de manipulación de divisas.  Las divisas extranjeras no son convertibles en China, por lo tanto el régimen chino, por el cambio fijo del yuan, puede comprar  libremente dólares estadounidenses.

Si el yuan escasea, China puede literalmente hacer funcionar las máquinas y producir más dinero lo que resultaría en dos anormalidades. Por un lado, puede conducir a una devaluación resultante de la elevada circulación de capitales. Por otro lado, no obstante,  podría producirse también una revalorización externa de la moneda - el llamado fenómeno de la "revaluación externa y devaluación interna".

Tipos de cambio y manipulación 

De hecho, el crecimiento anual del flujo de dinero en China está en más de un 20 % y el público general soporta la carga principal de esta inflación. Si el régimen chino intenta dominar a este Frankenstein con el control de los precios de las materias primas, esto podría conducir a una escasez de materias primas y por lo tanto a una gran catástrofe.

¿Cómo se explica entonces que el régimen chino, dadas las ventajas aparentes, se rehúse a una devaluación del yuan? Ante eso, existen tanto motivos políticos como económicos.

De esta forma el régimen chino puede utilizar los tipos de cambio como palanca  diplomática contra los Estados Unidos, y también como  herramienta de propaganda para manipular los sentimientos patrióticos de los chinos.

Durante su viaje a los EE.UU. el presidente chino Hu Jintao afirmó que China impulsaría  las reformas del sistema de tipo de cambio y las adaptaría a las necesidades del propio desarrollo económico y social, sin embargo nunca "se sometería a la presión exterior". 

En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2010 el primer ministro chino, Wen Jiabao, afirmó que cada fluctuación drástica del tipo de cambio del yuan podría ocasionar "disturbios sociales". Sin embargo, a Wen lo que verdaderamente le preocupa es que estos "disturbios", al contrario que lo que ha sucedido con el desempleo, podrían conducir a la caída del régimen comunista chino.

En una sociedad normal ningún tipo de cambio podría provocar "disturbios sociales". Las declaraciones de Wen es una muestra de la creciente pérdida de control sobre la sociedad por parte del régimen, y del temor a que cualquier cambio provoque una reacción que conduzca a su hundimiento.

La burbuja reventaría

En caso de una revaluación del yuan, las exportaciones se reducirían, las inversiones extranjeras disminuirían y el crecimiento económico se retardaría. La economía china, tan fuertemente apoyada por las inversiones extranjeras, podría sucumbir. Una economía tambaleante, bancos sacudidos por la crisis, una bolsa colapsada y el frágil estado de la sociedad - todo quedaría al descubierto.

La burbuja del llamado crecimiento económico, por la cual el régimen chino saquea el medio ambiente y los recursos naturales, reventaría. En otras palabras; el régimen no tiene en sí, ningún miedo de la revalorización del yuan, sino a la posibilidad de que ésta conduzca a una situación incontrolable, a un agujero negro económico, a un conflicto social agudo entre el régimen y la sociedad y a la también posible caída del régimen.

El régimen comunista siempre se ha concentrado en las ventajas a corto plazo y ha sido siempre muy cauteloso en lo concerniente al mantenimiento del poder, o en lo que en el lenguaje del régimen se conoce como "estabilidad social", sin embargo nunca ha defendido los intereses de su pueblo.

Intereses del régimen

La revaluación del yuan puede causar  una ligera presión inflacionista y quizá también puede ser indicadora de profundos problemas arraigados en la China actual. Al mismo tiempo podría causar un desempleo directo. Como a los actuales líderes políticos ya sólo les queda dos años de gobierno, es obvio que quieran mantener hasta su retirada un férreo control sobre la sociedad.

Los intereses del régimen consisten en ganarse el apoyo directo de la gente. Eso  significa concentrarse más en los problemas inmediatos, como el serio retroceso de las exportaciones y el desempleo masivo.

Igualmente  una revalorización considerable puede detener la afluencia de dinero caliente. Ese dinero puede contribuir a la estabilización de los precios en el mercado inmobiliario y también a ayudar al crecimiento del producto interno bruto (PIB), manteniendo por poco tiempo la ilusión de un crecimiento económico y la confianza del pueblo chino en la política del régimen.

El control comunista ha conducido a una estructura de productos baratos de exportación, y a una falta de innovaciones y de artículos de calidad. China ha estado ocupada en una política de bajos costos para mantener el nivel de exportación de los últimos 30 años, y no podría  resistir los efectos de un aumento de precios.

Cuando Japón, en su tiempo, experimentó de manera parecida las dificultades de la "revaluación externa y devaluación interna", desactivó la presión sobre la revaluación del yen favoreciendo la modernización de la industria y el desarrollo de productos de calidad.

Producción barata

El régimen tampoco está preparado para subir por decreto los salarios como sería el caso después de una revalorización del yuan. China sólo puede exportar sus productos a precios tan ventajosos por los bajos costos de producción derivados de una mano de obra barata. Los productos de exportación chinos permanecen tan baratos porque el régimen mantiene bajos los salarios. Los costos salariales en China ascienden sólo a un cuatro por ciento de los costes salariales de los Estados Unidos.

La decisión acerca de la distribución del salario dentro del pueblo chino es un proceso político. La economía china tiene dos características importantes: en primer lugar, el crecimiento de la masa salarial está por debajo del PIB, y en segundo lugar, los salarios  de los grupos mas bajos del mercado laboral crecen lentamente. Uno de los motivos es que el régimen controla los recursos políticos para la distribución de la riqueza, los cuales sustentan su poder. Otro motivo sería que el pueblo chino no puede influir en la política nacional por medio de elecciones libres como en los países democráticos.

A causa de ello, el régimen comunista tiene que continuar con las "sweatshops" (empresas de explotación), para mantener su fachada de progreso. La revaluación del yuan podría obligar a la sociedad china a creer en otro modelo, lo que a largo plazo sería ventajoso para el país, pero sin embargo es algo que el régimen comunista mira con temor.

R.P China admite que su crecimiento económico depende de los bienes raíces


Este ha sido un año de aumentos constantes en los precios de los alimentos en China. Comenzando por los altos precios de los granos, el ajo el jengibre, y ahora también el aceite de cocina, las manzanas y el cerdo.

Los expertos creen que el aumento general de precios en China es resultado de excesiva emisión de dinero por parte de los responsables del manejo económico. Durante los últimos dos años, los bancos en China entregaron 17,3 billones de yuanes (cerca de 2,5 bimillones dólares EE.UU.) para nuevos préstamos. Una cantidad tan grande de dinero debe ser absorbida por el mercado.

“Bienes raíces, no la expansión industrial”, ha sido la clave para un rápido crecimiento económico en China en los últimos años, afirma un informe publicado el 25 de octubre por la Academia China de Ciencias Sociales.

El "Blue book de Beijing" explica que el crecimiento económico que logró China en los últimos 20 años no se debe a su capacidad industrial, sino al consumo de recursos y a las inversiones en expansión, especialmente la fuerte expansión del desarrollo inmobiliario.

El informe señala que la actual estructura industrial de China no es competitiva, algo que debe corregirse de inmediato.

Chen Pokong, destacado comentarista sobre economía china, cree que la declaración es válida. "Durante los últimos 30 años, la ‘política de apertura y reforma’ de China se ha caracerizado por altas entradas y bajas salidas; altos costos y baja eficiencia”.

“El crecimiento económico se ha basado en el sector manufacturero, consumiendo grandes cantidades de recursos y energía. Será difícil de sostener con un modelo deficiente”, argumenta Chen.

Esto se ve agravado por la corrupción generalizada. La colusión de funcionarios locales del partido con los agentes de bienes raíces, y la construcción de proyectos de Face Saving (intento de preservar la imagen) que terminan siendo inservibles, han creado una “enorme burbuja” en la economía, admitió.

Los precios inmobiliarios comienzan a subir, y las viviendas a menudo se vuelven inaccesibles para los trabajadores de clase media y media alta. "Después de ajustar los resultados del desarrollo inmobiliario, el crecimiento económico de China es muy dudoso".

El Doctor Cheng Xiaonong, un economista que vive en EE.UU., dice que durante las dos décadas pasadas, el crecimiento económico de China vino de dos sectores: inversiones de infraestructura civiles (incluyendo bienes inmuebles) y exportaciones.

Sin embargo, durante los últimos seis o siete años, las exportaciones no crecieron casi nada, y el consumo interno ha caído al 30% del PBI. Entonces, las autoridades recurrieron al desarrollo indiscriminado de proyectos de bienes inmuebles y la inversión en infraestructura, como nuevos bloques de oficinas para funcionarios del partido, múltiples depósitos, represas y carreteras.

"Decenas de millones de casas vacías; es una pérdida", dice Chen, añadiendo que la incesante construcción ha contaminado el medio ambiente, ha derrochado energía y recursos a una escala masiva.

"Esto también hace al crecimiento económico de China perder la mejor oportunidad para la reestructuración económica. La competitividad industrial de China en realidad no ha mejorado", advierte Cheng.

Desde una perspectiva amplia, tanto Xiaonong Cheng y Chen Pokong, coinciden que  el crecimiento económico de China es insostenible, la estructura económica será cada vez más frágil, y los problemas van a empeorar.

Los autores del Blue book de Beijing, sin embargo, son mucho más optimistas. Dicen que China está llena de potencial, se está convirtiendo en uno de los países más fuertes en el mundo, y predice que para el 2050 será el país con la competitividad nacional más alta, un paso atrás solo de Estados Unidos.

La Academia China de Ciencias Sociales es la institución ideológica líder del Partido Comunista Chino. Parte de su objetivo es propagar la política y los puntos de vista del régimen desde una perspectiva académica en un amplio rango de cuestiones sociales.

China enfrenta un aumento en los precios en productos básicos


En el 2009, los índices bursátiles se duplicaron y absorbieron una gran cantidad de dinero en efectivo. Y en el primer trimestre del 2010, el inmenso mercado de propiedades residenciales también absorbió parte de este dinero.

Sin embargo, muchas regiones metropolitanas recientemente han puesto límites para la venta de viviendas y, por consiguiente, han enfriado el mercado. El nuevo dinero en efectivo es ahora dirigido hacia productos agrícolas y otros bienes, que son la razón principal de la subida de los precios.



“Todo está subiendo”

La frase más popular que se escucha hoy en día entre los residentes de Beijing es "todo está subiendo". En el mercado de Haidian, muy pocas verduras que cuestan menos de 2 yuanes (0,3 USD) por jin (0,49 kg). Sólo dos tipos de verduras son más baratas: los tomates y los pepinos.

La mayor preocupación está en el aumento del precio del arroz. "Se ha incrementado en un 30 por ciento en los últimos dos meses. De un poco más de 2 yuanes (0,3 USD) por jin, pasó a 3 yuanes (0.45 USD) por jin", dijo un residente de Beijing.

Lo mismo pasa con el aceite de cocina, que ha subido un 20%. El 20 de octubre, el Centro Nacional de Granos y el Centro de Comercialización de Aceite vertieron al mercado 300.000 toneladas de aceite comestible del almacén estatal, tratando de estabilizar el precio del aceite de cocina; pero el efecto fue limitado.

La suba de precios de otros productos agrícolas, como los frijoles mungo y los ajos, ha tenido un efecto directo sobre las manzanas: el precio de las manzanas producidas en Shanxi y las provincias de Shandong se ha elevado hasta un 30 por ciento.

El azúcar no fue la excepción, varió desde 4.500 yuanes (675 USD) la tonelada a un precio record de 6.000 yuanes (900 USD) la tonelada a mediados de octubre. Desde el 25 de octubre, el azúcar cuesta más de 7.400 (1.110 USD) la tonelada en algunas áreas de producción, y el precio ha fluctuado en  600 yuanes (90 USD) en un solo día.

Bajo estas circunstancias, muchos han comenzado a acumular productos de necesidad básica. La Sra. Sun, una residente de Beijing, dijo que, sobre la base de la experiencia, uno nunca se va a equivocar si guarda provisiones de algunas cosas como aceite de cocina, harina, caramelo, bocados, licores, toallas, y aún de maquillaje. “Me abasteceré de todo lo que pueda usar en el futuro, " dijo ella.



Algodón y Carbón

No son solo los alimentos los que han elevado los precios, sino también otros artículos importantes como el algodón y el carbón . Desde que entró algodón nuevo en el mercado a finales de agosto, su precio se incrementó en casi un 40 por ciento -desde 18.000 yuanes (2.687 USD) hasta más de 25.300 yuanes (3.792 USD) por tonelada-, lo que significa una suba promedio de 100 yuanes (15 USD) por día. Los precios a futuro del algodón también alcanzaron aumentos record: actualmente están en 24.000 yuanes (3.597 USD) por tonelada.

La subida del precio de algodón en la provincia nororiental de Xinjiang atrajo la inversión privada de la provincia Zhejiang y también ha causado la retirada de al menos 10 mil millones de yuanes (USD 1,5 mil millones) de las minas de carbón  de Shanxi y de los  mercados inmobiliarios. Por consiguiente, los precios de productos derivados del algodón -como la pelusa de algodón y el hilo- están en alza, lo que ahuyenta a inversionistas potenciales en los rubros relacionados. Actualmente, el algodón tiene un precio alto, pero poca demanda.

Mientras tanto, el precio del carbón también está aumentando diariamente. De acuerdo al Western China City Dayly, el precio del carbón en la ciudad de Baotou, al interior de Mongolia, se incrementó de 900 yuanes (135 USD) por tonelada antes del 1 de octubre a 1.300 yuanes (195 USD) por tonelada, que es el precio actual. La antracita en la ciudad de Yangquan, provincia de Shanxi, ha pasado de apenas 1.000 yuanes (150 USD) a 1.600 yuanes (240 USD) por tonelada.

Como los precios de muchos productos de consumo diario en Shenzhen han excedido a los de sus vecinos en la ciudad de Hong Kong, muchos residentes de Shenzhen viajan regularmente a Hong Kong para comprar alimentos, que van desde la leche maternizada hasta papel higiénico, así como productos digitales.



Resultados de la inflación

De acuerdo con el Buró Nacional de Estadística de China, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en septiembre fue un 3,6 por ciento mayor que en el mismo período del año pasado, y 0,6 por ciento más que en agosto de este año. Esto representa el mayor aumento en los últimos 23 meses. El aumento del IPC en septiembre fue impulsado principalmente por los precios de los alimentos.

Aunque las autoridades chinas han negado en repetidas ocasiones la presencia de la inflación, el aumento repentino de las tasas de interés por parte del Banco Popular de China, del 19 de octubre, se considera generalmente como una respuesta a la inflación emergente. En una declaración del 27 de octubre, el banco también admitió la posibilidad de que continúen los aumentos de precios en el futuro.

El economista Frank Xie dijo que la inflación es el resultado del desequilibrio de las estructuras económicas y de la aplicación de políticas incorrectas. "El Banco Popular de China emitió moneda en exceso", dijo Xie, profesor asistente en la Escuela de Administración de Empresas en la Universidad Aiken de Carolina del Sur. Dijo además que "con una economía impulsada por las exportaciones, China tiene cada vez más reservas de divisas. Como resultado, el Banco Popular de China tuvo que imprimir más yuanes para el uso interno, lo que lleva a una inflación creciente."

Xie cree que el chino promedio se vería perjudicado por una inflación grave, porque el precio de la vivienda ya va mucho más allá del alcance de la mayoría de los chinos. "Los aumentos de precios en los suministros diarios conducirán inevitablemente a conflictos sociales más frecuentes creando  malestar social", agregó.