jueves, 3 de marzo de 2011

Sólo China e India superan ritmo de crecimiento de Brasil


El crecimiento del 7,5 por ciento de la economía brasileña el año pasado, además de haber sido el mayor para el país en los últimos 24 años, también se ubicó entre los mayores del mundo en 2010, apenas superado por los de China e India, informó el día 3 una fuente oficial.

De acuerdo a una clasificación divulgada por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) de entre las 20 mayores economías del mundo que ya divulgaron su Producto Interior Bruto (PIB) el año pasado, las de mayor expansión en 2010 fueron las de China, con un crecimiento del 10,3 por ciento, India, con un avance del 8,6 por ciento, y Brasil, con su 7,5 por ciento.

El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, calcula que Brasil debe ubicarse en el quinto lugar entre los países con mayor crecimiento el año pasado debido a que, aunque no han divulgado sus PIB, se calcula que Argentina cerró el año con una expansión del 9,1 por ciento y que Turquía también obtuvo un crecimiento por encima del 7,5 por ciento.

Según los datos divulgados por el IBGE, el crecimiento brasileño se ubicó muy por encima de las grandes potencias mundiales, ya que la economía de Estados Unidos se expandió un 2,9 por ciento, la de Japón un 3,9 por ciento, la de Alemania un 3,6 por ciento, la de Rusia un 3,8 por ciento, la de Francia un 1,5 por ciento y la de Corea del Sur un 6,1 por ciento.

De entre las 20 mayores economías mundiales que ya divulgaron su PIB el año pasado, Grecia registró una retracción del 4,5 por ciento y España una caída del 0,1 por ciento.

"Las economías de Brasil, China e India son muy diferentes, con características de políticas de desarrollo diferentes, pero son países que están creciendo, que tienen potencial de destacarse en el futuro", afirmó el coordinador de los estudios sobre Cuentas Nacionales del IBGE, Roberto Olinto, al comentar la expansión de los tres países.

De acuerdo con Mantega, además de estar entre los cinco que más crecieron el año pasado, Brasil pudo haber ascendido a la séptima mayor economía del mundo en valores, gracias a su PIB de 2,2 billones de dólares en 2010.

"Si consideramos el PIB a precios de paridad y poder de compra, en una cuenta aún no oficial que tendrá que ser hecha por el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, obtuvimos el séptimo mayor PIB del mundo, por encima de los de Francia y Reino Unido", afirmó el ministro.

ANÁLISIS: ¿Está China exportando inflación al mundo?


Con la inflación de China manteniéndose en niveles relativamente elevados durante los últimos meses, recientemente en Occidente han surgido quejas en el sentido de que la "imprudente" expansión monetaria y el imparable aumento de los costos laborales en este país la han impulsado al alza, y además que el fenómeno estaría expandiéndose al resto del mundo.

A este respecto, economistas basados en Beijing, la capital, coincidieron en que algunas personas distorsionan y malinterpretan la economía china, y en que sus quejas no concuerdan con la realidad.

De hecho, China también es una víctima de la inflación mundial, fenómeno que, a su juicio, se debe principalmente a la política monetaria "ultra-relajada" de Estados Unidos.

Para protegerse de los impactos negativos de la crisis financiera global y evitar una eventual recesión económica brusca, China lanzó a finales de 2008 un paquete de estímulo de 4 billones de yuanes (615.000 millones de dólares), el cual abarca un gran volumen de préstamos bancarios.

Las medidas de estímulo fueron acogidas con agrado por la mayoría de los países, que las calificaron como un "oportuno empujón" no sólo para la economía china sino también para la global.

En efecto, gracias a estas medidas la economía nacional logró mantener su tendencia al alza, con crecimientos de 9,2 y 10,3 por ciento en 2009 y 2010, respectivamente. Sin embargo, también se han registrado inevitables efectos colaterales, luego de que la expansión monetaria, que incluyó más de 1.800 millones de yuanes en nuevos créditos sembrara la semilla de la inflación.

Pero, ¿es tan grave la inflación en China como para empeorar la global?

Guo Tianyong, profesor de la Universidad Central de Finanzas y Economía de Beijing, opinó que, en vista de que el yuan no es una moneda de reserva global, su expansión monetaria a nivel doméstico difícilmente podría desbordarse al exterior.

El aumento de los precios de las materias primas en el mercado internacional se debe a la política monetaria cuantitativa excesivamente laxa de Estados Unidos y a las bajas tasas de interés que adoptan algunas economías desarrolladas, sostuvo Li Daokui, un asesor sobre política monetaria del Banco Popular de China, el central.

Zhang Xiaojing, investigador de la Academia de Ciencias Sociales de China, señaló que la excesiva liquidez global no sólo contribuye al alza de los precios de las materias primas, sino que también intensifica la presión de la inflación sobre las economías emergentes, a través de la absorción de una mayor cantidad de dinero especulativo.

El pasado 24 de febrero, el precio del crudo en el mercado de Nueva York alcanzó los 103 dólares por barril, mientras que en el de Londres llegó a 119,79 dólares. Los precios del oro, el algodón y otros artículos también se dispararon.

Con el fin de contrarrestar la presión inflacionaria importada, muchos países en vías de desarrollo elevaron las tasas de interés. No obstante, la cada vez más ancha brecha de las tasas sólo ha servido para atraer más "dineros calientes".

Chen Fengying, director del Instituto de Economía Mundial del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, sostuvo que culpar al país de exportar la inflación es una estrategia a la que recurren algunas naciones para evadir su responsabilidad por la inflación global.

Durante las últimas décadas, el auge económico de China se ha basado primordialmente en la mano de obra barata y el uso excesivo de sus recursos. Pero la nueva generación de trabajadores migrantes exige salarios más altos y mejores condiciones laborales, lo que, como es normal, agrega costos a los productos que el país exporta. Con todo, esto también ha sido interpretado como una de las razones para que China esté "elevando" la inflación a nivel mundial.

En referencia a este tema, Chen dijo que el aumento de los costos laborales en el país beneficia la transición de la economía nacional hacia un modelo de labor intensiva, y además contribuye a equilibrar el comercio exterior de China, lo que en últimas beneficia a la economía global.

A pesar de que China enfrenta una difícil tarea en el combate contra la inflación, varios economistas vaticinaron que ésta no se descontrolará.

El Índice de Precios al Consumidor, el principal barómetro de la inflación, se situó en enero en 4,9 por ciento, muy cerca del 5,1 por ciento registrado en noviembre pasado, el nivel más alto en 28 meses.

El economista jefe del Buró Nacional de Estadísticas, Yao Jingyuan, sostuvo que la posibilidad de que se produzca una hiperinflación en China es escasa, pues el país ha registrado cosechas abundantes en los últimos siete años, goza de un relativo equilibrio de su mercado industrial y también cuenta con una capacidad excesiva de producción en algunos sectores.

Chen, por su parte, remató con un interrogante: "Si la inflación no es tan alta como para agravar las cosas a nivel interno, ¿cómo podría extenderse al resto del mundo?".(Xinhua)
04/03/2011

Timothy Geithner: la economía china tiene que "cambiar radicalmente"


El Ministro de Finanzas de EE.UU., Timothy Geithner, declaró que el modelo económico chino tiene que "cambiar radicalmente", respondiendo así a una pregunta sobre economía china realizada en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados John Hopkins (SAIS por su sigla en inglés), en Washington DC.

Geithner hizo esta observación en respuesta a una pregunta del público después de leer algunos comentarios sobre los puntos más importantes de las relaciones económicas de EE.UU. con China. En su discurso esbozó una serie de consideraciones de EE.UU. respecto a la economía china y sobre la competencia en el mercado chino.

Es un hecho conocido que los puestos de mayor responsabilidad de la economía china están en manos del régimen chino. Las estrechas relaciones, que muchas empresas tienen con el estado, les permiten eludir las barreras comerciales utilizando un amplio espectro de preferencias y subvenciones que les dan una (verdaderamente injusta) ventaja frente a EE.UU. y a otras empresas extranjeras.

Estas preferencias significan el acceso a favorables financiaciones económicas rentables para la agricultura, energía y contratos públicos, donde los sobornos para conseguir contratos están a la orden del día.

El robo de la propiedad intelectual está como siempre muy generalizado, los gastos para EE.UU. y otras empresas extranjeras ascienden cada año a miles de millones de dólares.

Al mismo tiempo, la campaña conocida como “innovación nacional”, se gestiona con masivas transferencias financieras a empresas estatales y otras que prefieren la tecnología china frente a la tecnología extranjera, abarcando incluso la enorme área de abastecimiento público de China.

Todas estas prácticas que ahora son rutina “violan los compromisos internacionales de China”, afirmó Geithner. “Tienen que cambiarlas radicalmente”.

Geithner comentó que lo une una relación amistosa con su colega chino Wang Qishan, pero que el mismo Wang a menudo enfrenta mucha oposición en China. De cualquier forma...  “creo verdaderamente que con el paso del tiempo China no tiene otra elección”, declaró Geithner.

Geithner cree que Wang comprende los deseos de EE.UU. con respecto a la economía china y su deseo de que el PCCh deje de tener el control del capital y de los mercados, una modificación que Geithner considera inevitable.

Pero el ministro no explicó cómo reaccionaría EE.UU. frente al régimen chino, si éste diera algún paso en esa dirección.

China ha intentado hacer frente a algunas de las preocupaciones de larga data, aunque varias de ellas siguen siendo inherentes a la forma en que el partido comunista está estructurado para gobernar el país.

Medidas, para reducir el rol del estado y los controles administrativos sobre cómo el capital se asigna “tienen aún un largo camino por recorrer”, explicó Geithner. “No se puede crecer si el estado tiene que decidir quién obtiene el capital. No hay ningún ejemplo exitoso de ello”.

“Esto tendrá que ocurrir, no queda otra alternativa”. Esbozó también la estrecha relación entre el poder político y el poder económico: “Toda la economía es política”.

Los cambios fundamentales en la economía china y la forma en que ésta interactúa con el mundo, lo que Geithner considera esencial para corregir desequilibrios, se asocian a menudo con las llamadas “reformas políticas” en China. Pero las perspectivas para la reforma política no son prometedoras, de acuerdo con los mismos dirigentes del partido.

En octubre y noviembre del año pasado fueron publicadas una serie de editoriales de alto contenido informativo por el Diario del Pueblo, periódico oficial del Comité Central del PCCh. En ellas se explicaba categóricamente que cualquiera reforma en China estaría “sujeta de forma inequívoca al control del partido”. Estas editoriales fueron consideradas como un golpe definitivo a las breves esperanzas que se habían depositado tras las declaraciones del año pasado del líder del régimen chino, Wen Jiabao, ante la CNN y otros medios occidentales, sobre la necesidad de una reforma del partido.

Cualquier cambio tendrá que “mantener una orientación política correcta... por la senda del socialismo con características chinas”, comentario editorial.

Grandes empresas trasladan su producción de China a Indonesia


Un importante administrador del grupo de calzados Payless Collective Brands de Estados Unidos, informó que las fábricas radicadas en China se trasladan a Indonesia, unos  de los lugares de mayor movimiento económico del sudeste de Asia. Otras empresas extranjeras como Unilever, Nestlé y Toyota, también se están trasladando a Indonesia.

Según el Financial Times, “El grupo de calzados de EE.UU. Collective Brands, que posee la cadena de zapatos Payless, abrirá 15 tiendas en Indonesia el próximo año, también va a trasladar parte de sus grandes fábricas de calzados a Indonesia…”

El grupo Collective Brands empezó surtiendo con materias primas a los fabricantes de Indonesia para disminuir su dependencia hacia China, país que está aumentando los costos de la materia prima.

Matt Rubel, gerente de venta Collective Brands, dijo que su compañía espera que los fabricantes de calzados de Indonesia  aumenten la cantidad de mercadería entregada para 2015 en un estimado de 12 millones de pares de zapatos. Para Rubel, “China ha sido un lugar para fabricar zapatos económicos, buenos y baratos, pero es una utopía temporal, la utopía no dura mucho”.

En 2009 la compañía tuvo una venta total de 170 millones de pares de zapatos y generó ingresos por 3,3 millones de dólares en EE.UU.

La producción de calzados de China ocupa el 80% del total de la producción, Rubel calcula que en dos años va a bajar alrededor del 70 y  60%.

Ahora, muchas empresas extranjeras como Unilever, Nestlé y Toyota están entrando a Indonesia para ampliar la escala de producción.

La revaluación del yuan chino es un problema político


Luego de la disputa con Japón sobre la soberanía de las islas Diaoyu, y las tensiones con los EE.UU. a causa de las maniobras militares conjuntas de los ejércitos norteamericano y surcoreano, la devaluación del Yuan vuelve a poner al régimen chino en el centro de las miradas.

El 29 de septiembre, la Cámara de Representantes de Norteamérica presentó un proyecto de ley que contempla la implementación de sanciones económicas sobre los impuestos  aduaneros a las exportaciones chinas. La votación fue de 348 votos a favor y 79 en contra.

El proyecto tendrá que pasar todavía por el Senado para que el presidente Obama lo decrete ley. Falta por definir, sin embargo, si el Senado lo aprobará antes de las próximas elecciones legislativas.

Actualmente hay en China dos puntos de vista diferentes sobre la revalorización del yuan. El primero cree que un aumento de los precios sobre los productos de exportación causaría un retroceso de las exportaciones. El segundo piensa que sería ventajoso, porque ello conduciría a una caída de precios sobre las materias primas y artículos  de importación, y por consiguiente la inflación sería limitada. También el poder adquisitivo del yuan se elevaría. Las empresas podrían mejorar su productividad y consolidar sus capacidades tecnológicas para cubrir las necesidades nacionales. Eso de hecho, podría reforzar la economía china.

La evaluación del yuan es vital para el régimen debido a la posibilidad de manipulación de divisas.  Las divisas extranjeras no son convertibles en China, por lo tanto el régimen chino, por el cambio fijo del yuan, puede comprar  libremente dólares estadounidenses.

Si el yuan escasea, China puede literalmente hacer funcionar las máquinas y producir más dinero lo que resultaría en dos anormalidades. Por un lado, puede conducir a una devaluación resultante de la elevada circulación de capitales. Por otro lado, no obstante,  podría producirse también una revalorización externa de la moneda - el llamado fenómeno de la "revaluación externa y devaluación interna".

Tipos de cambio y manipulación 

De hecho, el crecimiento anual del flujo de dinero en China está en más de un 20 % y el público general soporta la carga principal de esta inflación. Si el régimen chino intenta dominar a este Frankenstein con el control de los precios de las materias primas, esto podría conducir a una escasez de materias primas y por lo tanto a una gran catástrofe.

¿Cómo se explica entonces que el régimen chino, dadas las ventajas aparentes, se rehúse a una devaluación del yuan? Ante eso, existen tanto motivos políticos como económicos.

De esta forma el régimen chino puede utilizar los tipos de cambio como palanca  diplomática contra los Estados Unidos, y también como  herramienta de propaganda para manipular los sentimientos patrióticos de los chinos.

Durante su viaje a los EE.UU. el presidente chino Hu Jintao afirmó que China impulsaría  las reformas del sistema de tipo de cambio y las adaptaría a las necesidades del propio desarrollo económico y social, sin embargo nunca "se sometería a la presión exterior". 

En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2010 el primer ministro chino, Wen Jiabao, afirmó que cada fluctuación drástica del tipo de cambio del yuan podría ocasionar "disturbios sociales". Sin embargo, a Wen lo que verdaderamente le preocupa es que estos "disturbios", al contrario que lo que ha sucedido con el desempleo, podrían conducir a la caída del régimen comunista chino.

En una sociedad normal ningún tipo de cambio podría provocar "disturbios sociales". Las declaraciones de Wen es una muestra de la creciente pérdida de control sobre la sociedad por parte del régimen, y del temor a que cualquier cambio provoque una reacción que conduzca a su hundimiento.

La burbuja reventaría

En caso de una revaluación del yuan, las exportaciones se reducirían, las inversiones extranjeras disminuirían y el crecimiento económico se retardaría. La economía china, tan fuertemente apoyada por las inversiones extranjeras, podría sucumbir. Una economía tambaleante, bancos sacudidos por la crisis, una bolsa colapsada y el frágil estado de la sociedad - todo quedaría al descubierto.

La burbuja del llamado crecimiento económico, por la cual el régimen chino saquea el medio ambiente y los recursos naturales, reventaría. En otras palabras; el régimen no tiene en sí, ningún miedo de la revalorización del yuan, sino a la posibilidad de que ésta conduzca a una situación incontrolable, a un agujero negro económico, a un conflicto social agudo entre el régimen y la sociedad y a la también posible caída del régimen.

El régimen comunista siempre se ha concentrado en las ventajas a corto plazo y ha sido siempre muy cauteloso en lo concerniente al mantenimiento del poder, o en lo que en el lenguaje del régimen se conoce como "estabilidad social", sin embargo nunca ha defendido los intereses de su pueblo.

Intereses del régimen

La revaluación del yuan puede causar  una ligera presión inflacionista y quizá también puede ser indicadora de profundos problemas arraigados en la China actual. Al mismo tiempo podría causar un desempleo directo. Como a los actuales líderes políticos ya sólo les queda dos años de gobierno, es obvio que quieran mantener hasta su retirada un férreo control sobre la sociedad.

Los intereses del régimen consisten en ganarse el apoyo directo de la gente. Eso  significa concentrarse más en los problemas inmediatos, como el serio retroceso de las exportaciones y el desempleo masivo.

Igualmente  una revalorización considerable puede detener la afluencia de dinero caliente. Ese dinero puede contribuir a la estabilización de los precios en el mercado inmobiliario y también a ayudar al crecimiento del producto interno bruto (PIB), manteniendo por poco tiempo la ilusión de un crecimiento económico y la confianza del pueblo chino en la política del régimen.

El control comunista ha conducido a una estructura de productos baratos de exportación, y a una falta de innovaciones y de artículos de calidad. China ha estado ocupada en una política de bajos costos para mantener el nivel de exportación de los últimos 30 años, y no podría  resistir los efectos de un aumento de precios.

Cuando Japón, en su tiempo, experimentó de manera parecida las dificultades de la "revaluación externa y devaluación interna", desactivó la presión sobre la revaluación del yen favoreciendo la modernización de la industria y el desarrollo de productos de calidad.

Producción barata

El régimen tampoco está preparado para subir por decreto los salarios como sería el caso después de una revalorización del yuan. China sólo puede exportar sus productos a precios tan ventajosos por los bajos costos de producción derivados de una mano de obra barata. Los productos de exportación chinos permanecen tan baratos porque el régimen mantiene bajos los salarios. Los costos salariales en China ascienden sólo a un cuatro por ciento de los costes salariales de los Estados Unidos.

La decisión acerca de la distribución del salario dentro del pueblo chino es un proceso político. La economía china tiene dos características importantes: en primer lugar, el crecimiento de la masa salarial está por debajo del PIB, y en segundo lugar, los salarios  de los grupos mas bajos del mercado laboral crecen lentamente. Uno de los motivos es que el régimen controla los recursos políticos para la distribución de la riqueza, los cuales sustentan su poder. Otro motivo sería que el pueblo chino no puede influir en la política nacional por medio de elecciones libres como en los países democráticos.

A causa de ello, el régimen comunista tiene que continuar con las "sweatshops" (empresas de explotación), para mantener su fachada de progreso. La revaluación del yuan podría obligar a la sociedad china a creer en otro modelo, lo que a largo plazo sería ventajoso para el país, pero sin embargo es algo que el régimen comunista mira con temor.

R.P China admite que su crecimiento económico depende de los bienes raíces


Este ha sido un año de aumentos constantes en los precios de los alimentos en China. Comenzando por los altos precios de los granos, el ajo el jengibre, y ahora también el aceite de cocina, las manzanas y el cerdo.

Los expertos creen que el aumento general de precios en China es resultado de excesiva emisión de dinero por parte de los responsables del manejo económico. Durante los últimos dos años, los bancos en China entregaron 17,3 billones de yuanes (cerca de 2,5 bimillones dólares EE.UU.) para nuevos préstamos. Una cantidad tan grande de dinero debe ser absorbida por el mercado.

“Bienes raíces, no la expansión industrial”, ha sido la clave para un rápido crecimiento económico en China en los últimos años, afirma un informe publicado el 25 de octubre por la Academia China de Ciencias Sociales.

El "Blue book de Beijing" explica que el crecimiento económico que logró China en los últimos 20 años no se debe a su capacidad industrial, sino al consumo de recursos y a las inversiones en expansión, especialmente la fuerte expansión del desarrollo inmobiliario.

El informe señala que la actual estructura industrial de China no es competitiva, algo que debe corregirse de inmediato.

Chen Pokong, destacado comentarista sobre economía china, cree que la declaración es válida. "Durante los últimos 30 años, la ‘política de apertura y reforma’ de China se ha caracerizado por altas entradas y bajas salidas; altos costos y baja eficiencia”.

“El crecimiento económico se ha basado en el sector manufacturero, consumiendo grandes cantidades de recursos y energía. Será difícil de sostener con un modelo deficiente”, argumenta Chen.

Esto se ve agravado por la corrupción generalizada. La colusión de funcionarios locales del partido con los agentes de bienes raíces, y la construcción de proyectos de Face Saving (intento de preservar la imagen) que terminan siendo inservibles, han creado una “enorme burbuja” en la economía, admitió.

Los precios inmobiliarios comienzan a subir, y las viviendas a menudo se vuelven inaccesibles para los trabajadores de clase media y media alta. "Después de ajustar los resultados del desarrollo inmobiliario, el crecimiento económico de China es muy dudoso".

El Doctor Cheng Xiaonong, un economista que vive en EE.UU., dice que durante las dos décadas pasadas, el crecimiento económico de China vino de dos sectores: inversiones de infraestructura civiles (incluyendo bienes inmuebles) y exportaciones.

Sin embargo, durante los últimos seis o siete años, las exportaciones no crecieron casi nada, y el consumo interno ha caído al 30% del PBI. Entonces, las autoridades recurrieron al desarrollo indiscriminado de proyectos de bienes inmuebles y la inversión en infraestructura, como nuevos bloques de oficinas para funcionarios del partido, múltiples depósitos, represas y carreteras.

"Decenas de millones de casas vacías; es una pérdida", dice Chen, añadiendo que la incesante construcción ha contaminado el medio ambiente, ha derrochado energía y recursos a una escala masiva.

"Esto también hace al crecimiento económico de China perder la mejor oportunidad para la reestructuración económica. La competitividad industrial de China en realidad no ha mejorado", advierte Cheng.

Desde una perspectiva amplia, tanto Xiaonong Cheng y Chen Pokong, coinciden que  el crecimiento económico de China es insostenible, la estructura económica será cada vez más frágil, y los problemas van a empeorar.

Los autores del Blue book de Beijing, sin embargo, son mucho más optimistas. Dicen que China está llena de potencial, se está convirtiendo en uno de los países más fuertes en el mundo, y predice que para el 2050 será el país con la competitividad nacional más alta, un paso atrás solo de Estados Unidos.

La Academia China de Ciencias Sociales es la institución ideológica líder del Partido Comunista Chino. Parte de su objetivo es propagar la política y los puntos de vista del régimen desde una perspectiva académica en un amplio rango de cuestiones sociales.

China enfrenta un aumento en los precios en productos básicos


En el 2009, los índices bursátiles se duplicaron y absorbieron una gran cantidad de dinero en efectivo. Y en el primer trimestre del 2010, el inmenso mercado de propiedades residenciales también absorbió parte de este dinero.

Sin embargo, muchas regiones metropolitanas recientemente han puesto límites para la venta de viviendas y, por consiguiente, han enfriado el mercado. El nuevo dinero en efectivo es ahora dirigido hacia productos agrícolas y otros bienes, que son la razón principal de la subida de los precios.



“Todo está subiendo”

La frase más popular que se escucha hoy en día entre los residentes de Beijing es "todo está subiendo". En el mercado de Haidian, muy pocas verduras que cuestan menos de 2 yuanes (0,3 USD) por jin (0,49 kg). Sólo dos tipos de verduras son más baratas: los tomates y los pepinos.

La mayor preocupación está en el aumento del precio del arroz. "Se ha incrementado en un 30 por ciento en los últimos dos meses. De un poco más de 2 yuanes (0,3 USD) por jin, pasó a 3 yuanes (0.45 USD) por jin", dijo un residente de Beijing.

Lo mismo pasa con el aceite de cocina, que ha subido un 20%. El 20 de octubre, el Centro Nacional de Granos y el Centro de Comercialización de Aceite vertieron al mercado 300.000 toneladas de aceite comestible del almacén estatal, tratando de estabilizar el precio del aceite de cocina; pero el efecto fue limitado.

La suba de precios de otros productos agrícolas, como los frijoles mungo y los ajos, ha tenido un efecto directo sobre las manzanas: el precio de las manzanas producidas en Shanxi y las provincias de Shandong se ha elevado hasta un 30 por ciento.

El azúcar no fue la excepción, varió desde 4.500 yuanes (675 USD) la tonelada a un precio record de 6.000 yuanes (900 USD) la tonelada a mediados de octubre. Desde el 25 de octubre, el azúcar cuesta más de 7.400 (1.110 USD) la tonelada en algunas áreas de producción, y el precio ha fluctuado en  600 yuanes (90 USD) en un solo día.

Bajo estas circunstancias, muchos han comenzado a acumular productos de necesidad básica. La Sra. Sun, una residente de Beijing, dijo que, sobre la base de la experiencia, uno nunca se va a equivocar si guarda provisiones de algunas cosas como aceite de cocina, harina, caramelo, bocados, licores, toallas, y aún de maquillaje. “Me abasteceré de todo lo que pueda usar en el futuro, " dijo ella.



Algodón y Carbón

No son solo los alimentos los que han elevado los precios, sino también otros artículos importantes como el algodón y el carbón . Desde que entró algodón nuevo en el mercado a finales de agosto, su precio se incrementó en casi un 40 por ciento -desde 18.000 yuanes (2.687 USD) hasta más de 25.300 yuanes (3.792 USD) por tonelada-, lo que significa una suba promedio de 100 yuanes (15 USD) por día. Los precios a futuro del algodón también alcanzaron aumentos record: actualmente están en 24.000 yuanes (3.597 USD) por tonelada.

La subida del precio de algodón en la provincia nororiental de Xinjiang atrajo la inversión privada de la provincia Zhejiang y también ha causado la retirada de al menos 10 mil millones de yuanes (USD 1,5 mil millones) de las minas de carbón  de Shanxi y de los  mercados inmobiliarios. Por consiguiente, los precios de productos derivados del algodón -como la pelusa de algodón y el hilo- están en alza, lo que ahuyenta a inversionistas potenciales en los rubros relacionados. Actualmente, el algodón tiene un precio alto, pero poca demanda.

Mientras tanto, el precio del carbón también está aumentando diariamente. De acuerdo al Western China City Dayly, el precio del carbón en la ciudad de Baotou, al interior de Mongolia, se incrementó de 900 yuanes (135 USD) por tonelada antes del 1 de octubre a 1.300 yuanes (195 USD) por tonelada, que es el precio actual. La antracita en la ciudad de Yangquan, provincia de Shanxi, ha pasado de apenas 1.000 yuanes (150 USD) a 1.600 yuanes (240 USD) por tonelada.

Como los precios de muchos productos de consumo diario en Shenzhen han excedido a los de sus vecinos en la ciudad de Hong Kong, muchos residentes de Shenzhen viajan regularmente a Hong Kong para comprar alimentos, que van desde la leche maternizada hasta papel higiénico, así como productos digitales.



Resultados de la inflación

De acuerdo con el Buró Nacional de Estadística de China, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en septiembre fue un 3,6 por ciento mayor que en el mismo período del año pasado, y 0,6 por ciento más que en agosto de este año. Esto representa el mayor aumento en los últimos 23 meses. El aumento del IPC en septiembre fue impulsado principalmente por los precios de los alimentos.

Aunque las autoridades chinas han negado en repetidas ocasiones la presencia de la inflación, el aumento repentino de las tasas de interés por parte del Banco Popular de China, del 19 de octubre, se considera generalmente como una respuesta a la inflación emergente. En una declaración del 27 de octubre, el banco también admitió la posibilidad de que continúen los aumentos de precios en el futuro.

El economista Frank Xie dijo que la inflación es el resultado del desequilibrio de las estructuras económicas y de la aplicación de políticas incorrectas. "El Banco Popular de China emitió moneda en exceso", dijo Xie, profesor asistente en la Escuela de Administración de Empresas en la Universidad Aiken de Carolina del Sur. Dijo además que "con una economía impulsada por las exportaciones, China tiene cada vez más reservas de divisas. Como resultado, el Banco Popular de China tuvo que imprimir más yuanes para el uso interno, lo que lleva a una inflación creciente."

Xie cree que el chino promedio se vería perjudicado por una inflación grave, porque el precio de la vivienda ya va mucho más allá del alcance de la mayoría de los chinos. "Los aumentos de precios en los suministros diarios conducirán inevitablemente a conflictos sociales más frecuentes creando  malestar social", agregó.

Los secretos de cómo China se convirtió en la segunda economía del mundo


El gigante asiático empezó a cometer medidas ya a finales de los 70, pero su gran metamorfosis se produjo a partir de 1990. Desde entonces, China ha pasado de tener una economía eminentemente agrícola a que la industria sea el sector que más aporta al PIB. Un proceso de cambio que ha ido acompañado, además, de la liberalización económica y la extensión de la propiedad privada en detrimento de la pública.
¿Cuáles han sido las fuentes de riqueza de China? Como es bien sabido, esta evolución no ha estado acompañada por una revolución tecnológica (la inversión en capital TIC todavía representa sólo un 0,5 puntos del PIB. Pero en contra de lo que muchos piensan y la fama de currantes que ostentan los chinos, tampoco las horas trabajadas han sido la clave de su despegue. La explosión económica en China ha estado impulsada por la inversión de capital no TIC y la productividad que explican casi el 90% del crecimiento actual.
A estas conclusiones llega un estudio realizado por la Fundación BBVA y el Ivie titulado "Las fuentes del crecimiento económico en Asia", que detalla la trayectoria de crecimiento económico de los países asiáticos desde 1960.
En este camino, China ha logrado desbancar a Japón como la economía más importante de Asia y también arrebatarle su puesto número dos en el ranking mundial. A continuación, un repaso histórico al desarrollo económico de China.
CHINA: ASÍ SE LEVANTÓ EL GIGANTE ASIÁTICO
Década de los 70
La historia de éxito que protagoniza hoy la economía china empezó en los años 70 con una serie de reformas pro mercado tras la muerte de Mao.
Las primeras medidas afectaron a la agricultura, el sector más importante por aquel entonces. En 1978, se desarrolló la descolectivización de la tierra y la implantación del sistema de responsabilidad familiar, que permitía retener beneficios, junto al apoyo público destinado a extender las tecnologías en este sector, hicieron posible la mejora de la productividad agrícola.
La liberalización en China fue muy especial porque se basaba en un sistema de precios dual. Es decir, una parte de la producción estaba sometida a cuotas y precios fijos controlados por el Estado y el resto se regía por el mercado. La liberalización fue ampliándose poco a poco y ya a mediados de los 90 la mayor parte de la producción se regía por el mercado.
Final de los 80
A finales de los años 80 y principios de los 90, el lanzamiento de la Estrategia de Desarrollo Costero favoreció la creación de núcleos industriales exportadores, en los que se ofrecían ventajas a los inversores extranjeros con el fin de facilitar la transferencia tecnológica. Esta iniciativa se extendió después a otras regiones del país.
En los 90 pisa el acelerador
Esta etapa comienza con la apertura de la Bolsa de Shanghái, un hito que precede a un periodo clave para China, ya que se profundiza en la reestructuración y privatización de las empresas estatales y comienza a ganar peso en Asia y en el mundo.
Entre 1990 y 1997 China creció un 10% de media anual, muy por encima del resto de países asiáticos. Este rendimiento se sustentó principalmente en dos pilares: la intensa acumulación de capital que explicó un tercio del crecimiento y la mejora de la productividad que impulsó la mitad del auge.
El ejercicio 1998 supuso un parón en el dinamismo de la economía china por el impacto de la crisis asiática, pero a partir de 1999 se retomó la senda del crecimiento.
1999-2010: China lidera el crecimiento y se convierte en el gigante
En este periodo la economía china creció un 9,3% de media anual. Y sus bazas fueron a ser similares a las de la etapa anterior: la inversión de capital y la mejora de la productividad (un 4,1% anual).
La mejoría en la eficiencia con la que China utilizó los recursos de su economía "se relacionaría con la reasignación del trabajo desde la agricultura a la industria, así como desde el sector público al privado.
Los últimos datos publicados por la Asia Productivity Organization muestran este giro. En 1980, la producción agrícola representaba un 36,2% de la producción total, y en este sector trabajaba un 67,9% de la población ocupada. En 2007, en cambio, el peso de la agricultura en el PIB había caído al 10% y representaba el 41% del empleo. La industria pasó a ser el sector económico más importante en términos de PIB (el 49,2%).
Todos estos pasos llevaron a China a que su PIB pasará de representar el 16,7% del total del PIB de Asia en 1990 a suponer el 39,9% en 2009. Un ascenso que ha tenido un claro perdedor: Japón. De hecho, como ya hemos mencionado, la economía china superó a la japonesa en 2010 y se alzó como la segunda mayor economía del mundo, sólo superada por EEUU.
Ahora sólo queda ver cómo continúa esta historia de fulgurante crecimiento. Un proverbio chino dice: "Si quieres un año de prosperidad, cultiva granos; si quieres diez años de prosperidad, cultiva árboles; si quieres cien años de prosperidad, cultiva gente". De momento, es el país más poblado de la tierra con más de 1.300 millones de ciudadanos.

China se convierte en la segunda economía del planeta tras superar a Japón


China se ha convertido oficialmente en la segunda mayor economía mundial, solamente por detrás de Estados Unidos (EEUU), después de que el Gobierno de Japón haya anunciado que el PIB nipón aumentó un 3,9% anual en 2010, hasta un valor de 479,2 billones de yenes (4,2 billones de euros), frente a los 39,79 billones de yuanes (4,47 billones de euros) de la economía china.

En concreto, la economía japonesa registró una contracción de tres décimas entre octubre y diciembre respecto a los tres meses anteriores y un descenso interanual del 1,1%.

De este modo, Japón se ha convertido en la peor entre las grandes economías, ya que EEUU creció un 3,2% en el mismo periodo y China un 9,8%.

"EXPANSIÓN CONTINUADA"

Por otra parte, el índice compuesto de indicadores líderes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) correspondiente al pasado mes de diciembre sugiere una "expansión continuada" de las economías que componen el denominado 'Club de los países ricos'.

En concreto, la organización con sede en París destaca que los indicadores de Alemania (105 puntos), Japón (103,9 puntos) y EEUU (102,5 puntos) sugieren una expansión "relativamente robusta", mientras que en el caso de Canadá (101,7 puntos), Francia (102,3 puntos) y Reino Unido (102,3 puntos) apuntan a una "moderada" expansión.

No obstante, en el caso de Italia, el índice compuesto de indicadores líderes se situó en diciembre en 102,3 puntos, frente a los 102,4 puntos del mes anterior, lo que según la OCDE sugiere signos de "desaceleración".

En el caso de España, el indicador compuesto se situó en diciembre en 102,57 enteros, lo que representa un retroceso de 0,08 puntos respecto al mes anterior, acumulando así su octavo descenso mensual consecutivo.

Aumento en industria automotriz podría dañar economía china


Según un funcionario del gobierno de China se debe frenar la capacidad excesiva del sector

BEIJING, CHINA (05/SEP/2010).- El crecimiento sin restricciones de la industria automovilística en China puede perjudicar la economía nacional y por ello se debe frenar la capacidad excesiva del sector, sentenció un funcionario del Gobierno chino, en unas declaraciones recogidas por la agencia oficial Xinhua.

A pesar de que el gigante asiático se convirtió el año pasado en el mayor mercado automovilístico mundial, superando a EU, con unas ventas de 13.64 millones de automóviles, "la capacidad planeada para el año 2015 excederá de lejos la demanda del país", dijo Chen Bin, miembro de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma Nacional.

Según Chen, "los treinta principales fabricantes de coches de China alcanzaron a finales del año pasado una capacidad de producción de 13,59 millones de vehículos, y la cifra para el 2015 se situará entorno a los 31.24 millones, lo que excederá en gran parte la demanda".

Además, señaló que "los gobiernos locales impulsados por los ingresos y los beneficios económicos han estado haciendo a ciegas esfuerzos por abrir nuevas fábricas y ampliar la capacidad".

Por ello, Chen pidió a las autoridades locales que se deje de presionar a los fabricantes para incrementar la producción y que se ponga fin a las políticas favorables de impuestos de las que disfrutan ciertas empresas.

Chen agregó que los gobiernos deben supervisar mejor los datos de eficiencia industrial para llevar a cabo una distribución razonable de recursos.

Los fabricantes se beneficiaron de los subsidios anunciados en junio por Pekín para la adquisición de vehículos de pequeño tamaño, con motores reducidos y eficientes energéticamente.

El Gobierno chino subvenciona con tres mil yuanes (440 dólares) la compra de automóviles con un motor de menos de mil 600 centímetros cúbicos y reduce el impuesto de este tipo de vehículos al 7.5 por ciento, en vez del 10 por ciento habitual.

Asimismo, los compradores de vehículos eléctricos en las grandes ciudades chinas pueden recibir ayudas de hasta 60 mil yuanes (ocho mil 800 dólares).

De acuerdo con el Centro de Investigación y Tecnología de la Automoción de China (CATRC, sus siglas en inglés), las ventas de vehículos en el gigante asiático ascendieron a 1.21 millones de unidades durante el mes de agosto, lo que supone un crecimiento del 55.7 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado.

Economía china crecería 9% anual en los próximos cinco años


El crecimiento económico del país asiático tuvo un avance de 10,3% en 2010, cerrando una década en donde el incremento promedio fue superior al 10,5% anual.

La economía china tiene el potencial de crecer a 9% anual en los próximos cinco años, a pesar de las preocupaciones por la escasez de trabajadores, dijo hoy un académico asesor del banco central.

La economía china creció un 10,3% el año pasado, cerrando una década donde el crecimiento promedio fue superior al 10,5% anual. Con la expansión de la fuerza de trabajo creciendo más lentamente y disminuyendo la necesidad de inversión intensiva de capital, los economistas plantean que la tasa de crecimiento del país asiático podría comenzar a caer.

Sin embargo, Li Daokui, asesor del banco central en el Comité de Política Monetaria del banco central de China, dijo que la oferta de mano de obra se mantendrá amplia. También consideró que el Gobierno podría reducir los impuestos para aumentar los ingresos de los hogares, ayudando de esta forma a estimular el consumo interno.

Agregó que China subiría los precios de los recursos naturales para asegurarse de que las empresas se tomen más en serio el cuidado del medioambiente, haciendo que el desarrollo económico sea más sustentable.

“Los ajustes de los precios serán utilizados de forma más frecuente para ahorrar energía y disminuir las emisiones”, dijo Li en una conferencia.

Li además afirmó que China era un beneficiario claro del actual sistema monetario global y que el país sería perjudicado ante un eventual desplome del dólar, porque buena parte de los US$2,85 billones en las reservas del país están invertidos en activos estadounidenses.

China, la segunda economía mundial


PEKIN.- Luego de tres décadas de imponente crecimiento, China superó a Japón como la segunda economía del mundo, la prueba que confirma que el país comunista se ha consolidado definitivamente como una gran potencia que está replanteando el equilibrio comercial, político y militar del planeta.
Los analistas ahora están intentado pronosticar cuándo logrará desplazar a Estados Unidos, la mayor potencia global, algo que, según el Banco Mundial, podría suceder en menos de una década.
El gobierno japonés reconoció ayer que el Producto Bruto Interno (PBI) nominal de China fue superior al de Japón en el segundo trimestre (abril-junio) de 2010: 1,337 billones de dólares contra 1,288 billones de dólares, respectivamente.
Hace una década, China era la séptima economía mundial, pero el gran desarrollo del país asiático permitió que, desde 2001, creciera un 261% acumulado, mientras que Japón avanzó sólo un 5% en ese período, según cifras del Banco Mundial.
"Esto significa que el mundo le prestará más atención a China, especialmente en momentos en que la mayoría de los países occidentales están atrapados en problemas de deuda", dijo el economista Lu Zhengwei, del Banco Industrial de Shanghai.
China desbancó a Japón después de haber superado en los últimos años a Alemania, Francia y Gran Bretaña, gracias a tres décadas de un vertiginoso crecimiento que ha cambiado dramáticamente el lugar que ocupa el gigante asiático en el mundo.
Las empresas estatales chinas han invertido miles de millones de dólares en minas y en campos petroleros desde América latina hasta Irak. Además, la presión del gobierno de Pekín ha ayudado a las economías emergentes a alzar su voz en el Banco Mundial y en otras instituciones globales.
A nivel humano, el crecimiento de China sacó a millones de personas de la pobreza y envió una avalancha de estudiantes y turistas a Occidente.
Sin embargo, el crecimiento trajo aparejado grandes contradicciones. La desigualdad entre la elite que se ha beneficiado con el auge económico y la mayoría pobre del país es tan extrema que el ingreso promedio de la población está entre los más bajos del mundo.
En contraste, los japoneses se cuentan entre los más ricos, con un PBI per cápita de 37.800 de dólares en 2009, frente a los 3600 de China.
No obstante, en conjunto, la economía China es una aplanadora: emplea la mitad del hierro mundial y más del 40% del acero, aluminio y carbón. El año pasado, superó a Estados Unidos como el mayor productor mundial de automóviles, y a Alemania como el mayor exportador. Además, es uno de los mayores importadores mundiales de petróleo y gas, y el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero.
"Llegamos al punto en el que China está superando a Estados Unidos para convertirse en el motor del crecimiento del consumo", dijo Amar Gill, investigador de CLSA Asia-Pacific Markets.
China podría alcanzar a Estados Unidos en 2020, según un pronóstico que hizo el Banco Mundial en junio pasado.
Con una población diez veces mayor que la japonesa, se esperaba que China superara a Japón como segunda economía del planeta. Pero la crisis global y el estancamiento de Japón aceleraron los tiempos.
El Fondo Monetario Internacional pronostica para 2010 un crecimiento del 10,5% de la economía china, mientras que datos publicados ayer revelaron que en el último trimestre Japón apenas creció el 0,4 por ciento.
Deuda estadounidense
Por otra parte, las cifras sobre los tenedores extranjeros de deuda pública estadounidense publicadas ayer por el Departamento del Tesoro confirmaron una tendencia inquietante para la Casa Blanca: el descenso de las compras de China, primer acreedor de Estados Unidos.
China (excluyendo Hong Kong) detentaba en junio 843.700 millones de dólares de bonos del Tesoro, es decir 2,8% menos que en mayo, la cifra más baja desde junio de 2009, cuando el Tesoro comenzó a elaborar esta estadística.
"Las ventas de bonos del Tesoro por parte de los chinos recuerdan el poder que tiene este país para fijar su propia política cambiaria en oposición a los intereses estadounidenses", estimaron los analistas de Econoday.
En junio se produjo una clara inflexión en las relaciones económicas entre China y Estados Unidos: Pekín nunca amenazó abiertamente con vender en masa la deuda estadounidense y vulnerar el edificio de la deuda pública sobre el que reposa la política económica de Barack Obama. Pero cada declaración proveniente de Pekín sobre la gestión de sus colosales reservas de divisas extranjeras (más de 2,4 billones de dólares) hace temblar a Occidente.

miércoles, 2 de febrero de 2011

La economía china marca el paso de la diplomacia en Asia

El peso diplomático y económico de China ha adquirido una dimensión especial en Asia en los últimos años. El ascenso del país más poblado del mundo ha llevado emparejado una creciente presencia en esta región marcada durante décadas por la hegemonía estadounidense y la potencia económica japonesa. Las relaciones con los vecinos son siempre importantes, especialmente si estos poseen esenciales materias primas o pueden suponer una vía de salida a otras zonas del mundo.

No siempre fue así. Entre las décadas de 1950 y 1970, China mantuvo una relación de confrontación con los países del sureste asiático. La situación comenzó a cambiar a principios de los años ochenta, con la puesta en marcha progresiva de tres iniciativas: el proceso de apertura y reforma (diciembre de 1978), la política de buena vecindad (1990) y la estrategia "ser global" (2002), destinada a impulsar las inversiones y la presencia de empresas chinas en el exterior.

Desde entonces, han aumentado de forma rápida el intercambio de visitas de funcionarios de alto nivel, el comercio y las inversiones, el turismo y las relaciones con la ASEAN (siglas en inglés de Asociación de Naciones del Sureste Asiático, 10 países entre los cuales no están China, Japón ni Corea del Sur). En paralelo, Pekín ha incrementado su presencia en Asia central, ante la falta de iniciativa de Rusia y Estados Unidos.

La inversión directa extranjera china en la ASEAN es un buen indicador. Ha crecido sustancialmente en la última década, hasta alcanzar 2.800 millones de dólares en 2009 (casi 2.100 millones de euros), según Naciones Unidas, a medida que lo ha hecho la inversión entre los propios países de la zona, en detrimento de la realizada por Estados Unidos y Japón. La creación, en enero del año pasado, del Área del Libre Comercio ASEAN-China, que agrupa a 1.900 millones de personas y un PIB de unos seis billones de dólares, reforzará aún más la integración económica regional. Gracias al acuerdo, el comercio entre China y la ASEAN aumentó un 37,5% en 2010, hasta alcanzar los 293.000 millones de dólares.

Empresas chinas de los sectores del automóvil y el textil han desplazado parte de su producción a lugares como Camboya en busca de mano de obra barata, y el Banco Industrial y Comercial de China ha comprado entidades en Indonesia y Tailandia, en parte para dar servicio a los inversores chinos en el exterior.

Pekín se ha convertido en una fuente importante de capital y tecnología para las naciones vecinas menos desarrolladas, a menudo para dar salida a sus propias mercancías y lograr acceso a materias primas. Ha construido y financiado puertos, carreteras, presas, minas y oleoductos, así como líneas ferroviarias desde el sur de China, a través de Myanmar, para llegar a Laos, Tailandia, Singapur, Bangladesh e India.

Según el Banco Mundial, las economías en desarrollo de la región Asia-Pacífico crecerán este año una media del 8%, gracias al 8,7% que prevé aumentará el PIB chino. Las cifras son inferiores al 9,3% y el 10%, respectivamente, logrados el año pasado, pero la fuerte demanda de Pekín de materias primas y otros productos seguirá animando la actividad en sus vecinos asiáticos. Estos ven el ascenso chino, por un lado, como una oportunidad, por las perspectivas comerciales. Por otro, como una amenaza, por su creciente poder militar, que Pekín dice que es "de naturaleza defensiva".

El cambio del equilibrio de poderes causa especial preocupación en Japón, que, según algunos observadores políticos, tendrá que ceder un día a China el testigo de país con más éxito en Asia. Una situación que ha llevado a Tokio a reforzar sus lazos con Washington y a mirar con más intensidad hacia otros países democráticos como India y Australia, y ha impulsado a naciones como Vietnam a incrementar las relaciones políticas y militares con Washington. Todos ellos con el mismo objetivo: compensar el ascenso chino sin por ello renunciar a los intercambios con Pekín.

Crisis alimentaria, en puerta: CNC


México, 2 de febrero.- La Confederación Nacional Campesina (CNC) advirtió que en México la crisis alimentaria está en puerta y consideró que nuestro país no está preparado para ello, pues hay falta de inventarios internacionales de granos que afecta al mercado nacional.
Gerardo Sánchez, presidente de ese organismo, señaló que debido a que México no tiene la capacidad de producir sus alimentos y a que es gran importador de granos y otros insumos agropecuarios, está “en la entrada” de una crisis alimentaria.
En entrevista, comentó que el país ni siquiera cumple con las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para satisfacer su demanda de granos y alimentos, lo cual lo coloca en un escenario vulnerable ante su déficit productivo.
El también diputado priista apuntó que países como Estados Unidos, China, India o Rusia están cerrando sus fronteras para blindar su economía, ante la escalada de precios en el mundo; sin embargo, acusó que en México no existe una política que proteja tanto al productor como al consumidor.
Ante ese escenario, “nosotros estamos privilegiando a los productores de autoconsumo para incorporarlos al desarrollo en el presupuesto, para que puedan lograr una alimentación adicional y podamos garantizar la soberanía alimentaria”.
Consideró que dada la coyuntura, el gobierno mexicano debe impulsar el seguro agropecuario y, sobre todo, blindar a los productores ante la falta de inventarios en el mundo.
El dirigente de la CNC insistió en que hay un descontento generalizado por el incremento de precios en el país, así como por la falta de reformas estructurales y, “lamentablemente, todo ello es en detrimento del pueblo mexicano”.
No obstante, “estamos en buen tiempo” para tomar medidas necesarias que mejoren los salarios y se frene la escalada de precios, a fin de impulsar al sector primario, se generen más empleos y se detengan fenómenos como la migración.
SE, contra subsidios
En tanto, el secretario de Economía, Bruno Ferrari, minimizó el efecto de los incrementos de precios en alimentos y los combustibles.
Defendió las alzas en los combustibles y dijo que mantener los subsidios haría daño a la economía, porque evitan el crecimiento de las empresas.
Al término de la firma de un convenio con Siemens, señaló que pese a los aumentos mensuales programados en el costo de las gasolinas y el diesel, la inflación en la primera quincena de enero fue de las más bajas de los últimos 20 años (0.17 por ciento), por lo que no funcionaría “volver a los esquemas (de subsidios) del pasado que hicieron tanto daño a nuestra economía”.
Respecto al precio de la tortilla, admitió que algunas tortillerías han aplicado un aumento, aunque es mínimo, y agregó que continuarán las visitas de verificadores de Profeco.
Por su parte, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) señaló que durante 2010 las exportaciones agroalimentarias sumaron alrededor de 17 millones de dólares.
Francisco Mayorga, titular de esa dependencia, afirmó que los recursos destinados al sector se han cuadruplicado entre 2000 y 2011, mientras que las exportaciones agroalimentarias se duplicaron en la última década.
En 2000, el Programa Especial Concurrente (PEC) tuvo recursos por 74 mil millones de pesos, mientras que para este año ascienden a 294 mil millones.
En exportaciones agroalimentarias, en 2000 se exportaron productos por un valor comercial de ocho mil millones de dólares, en tanto que a noviembre de 2010 se registran, con cifras preliminares, más de 17 mil millones de dólares. (Con información de El Financiero/APB)

Los bancos chinos están al acecho de compras en Europa

Las instituciones financieras chinas están entrando a Europa, abriendo sucursales bancarias, buscando oportunidades de compra e incluso asistiendo a clases sobre el funcionamiento del sistema bancario alemán; otra señal de la creciente influencia de China en la economía mundial.

China Development Bank, gigante bancario estatal, es uno de los cuatro candidatos finalistas a hacerse con una participación en el alicaído banco alemán WestLB AG, según fuentes cercanas a la situación.

Otro gigante bancario, Industrial & Commercial Bank of China Ltd., abrirá este mes sucursales en París, Bruselas, Ámsterdam, Milán y Madrid. Recientemente, acordó comprar una participación de hasta 80% en un banco estadounidense.

Bancos y funcionarios creen que esto podría ser la punta del iceberg. Los bancos y fondos de inversión chinos están al acecho de acuerdos bancarios en varios países europeos, entre ellos Alemania y España.

Con reservas en divisas extranjeras que alcanzan los US$2,85 billones (millones de millones), China busca diversificar sus activos. En los últimos años, sus compañías han estado en un frenesí de inversión en todo el mundo, adquiriendo de todo, desde inmuebles hasta mineras o marcas de alto perfil, como Volvo.

Esta carrera cuenta con el apoyo del gobierno, que controla muchas de estas compañías y quiere que jueguen un mayor papel internacional, en consonancia con el peso cada vez mayor de China y las necesidades de su enorme economía.

Un área en el que China ha echado el freno son las inversiones en bancos occidentales. Las entidades chinas hicieron un primer amago de expandirse fuera del país en 2007, pero los acuerdos fracasaron. Entre ellos, el fondo soberano de inversión China Investment Corp. compró participaciones en Morgan Stanley y

Blackstone Group LP por valor de miles de millones de dólares, mientras que China Development Bank acordó invertir miles de millones en el banco británico Barclays PLC.

Los bancos vieron cómo estas participaciones se desplomaron con el estallido de la crisis financiera. En 2008, Beijing decidió no dar su visto bueno a una oferta de China Development Bank para adquirir al alemán Dresdner Bank.

El interés de China Development Bank por WestLB es la señal más reciente de que el gobierno ya no es tan reacio como antes. Coincide con el acuerdo que ICBC alcanzó este mes y por el que comprará un 80% de la filial estadounidense de Bank of East Asia Ltd. por US$140 millones. Se trata de la primera vez que una institución financiera china compra un banco minorista en EE.UU.

Los bancos chinos están deseosos de expandir su presencia en todo el mundo, en parte debido a la reciente proliferación de compañías chinas con ambiciones internacionales. A medida que esas compañías abren sedes en Europa, EE.UU y África, los bancos chinos buscan seguirlas para satisfacer sus necesidades bancarias y ayudar a financiar su crecimiento.

En Europa, hay muchas oportunidades para aquellos inversionistas que estén dispuestos a rebuscar entre las ruinas del sector bancario. Algunos gobiernos europeos buscan activamente ofertas de compañías extranjeras.

Los bancos chinos podrían estar en una posición aventajada porque no hay muchos bancos europeos dispuestos a aprovechar la oportunidad. Generalmente están más ocupados intentando sanear sus finanzas y conservar su capital, o buscando formas de expandirse a mercados con mayor crecimiento.

Hasta hace poco, los gobiernos europeos eran reacios a las inversiones de compañías estatales chinas. Alemania incluso aprobó una ley en 2009 que permite al gobierno bloquear las compras de compañías locales en caso de que se sospeche que pueda haber interferencias políticas en la economía por parte de gobiernos extranjeros.

Pero China ha trabajado duro para superar las dudas de Europa. Los líderes chinos se han ganado la admiración de las autoridades europeas por sus promesas de apoyo e inversión en países de la zona euro en apuros, como Grecia, Portugal y España. Sin embargo, la ayuda de China para la zona euro, por ejemplo mediante compras de bonos estatales, está tardando en materializarse.

El FMI está dispuesto a ayudar a Egipto a reconstruir su economía

SINGAPUR — El Fondo Monetario Internacional (FMI) está dispuesto a ayudar a Egipto y otro países en la misma situación a reconstruir su economía, indicó este martes su director general Dominique Strauss-Kahn.

Strauss-Kahn volvió a lanzar una advertencia contra el agravamiento de los desequilibrios mundiales y afirmó que el alza de los precios alimentarios podría tener "consecuencias potencialmente devastadoras" para los países más pobres.

En sus declaraciones en Singapur, Strauss-Kahn dijo que no quería comentar la situación política en Egipto, donde el presidente egipcio, Hosni Mubarak, enfrentaba masivas movilizaciones populares reclamando su partida.

"Pero claramente la situación en Egipto es la clase de situación que podría haberse esperado no sólo en Egipto, cuando uno ve el problema creado por el alto nivel de desempleo", afirmó el director general del FMI en una conferencia de prensa tras un discurso ante la Autoridad Monetaria de Singapur.

"Ahora la cuestión es cómo reconstruir esto. No es solo cierto para Egipto, puede también ser verdadero para países donde no existe el mismo tipo de revuelta pero que están casi en la misma situación", explicó.

"Y, por supuesto, el FMI está dispuesto a ayudar definiendo el tipo de política que podría aplicarse", continuó.

En su discurso, Strauss-Kahn aseguró que el alto desempleo y las desigualdades en los ingresos eran "fuertes componentes de la agitación política en Túnez y la creciente tensión social en otros países".

Gigantescas manifestaciones populares en Túnez terminaron el mes pasado con el régimen de 23 años de Zine El Abidine Ben Ali, mientras que un movimiento similar en Egipto busca poner fin a tres décadas de poder de Mubarak.

"A medida que se incrementan las tensiones entre países, podemos ver el alza del proteccionismo, comercial y financiero", dijo Strauss-Kahn.

"Y a medida que se incrementan las tensiones en los países, podemos ver alzamientos sociales e inestabilidad política", agregó.

Por otra parte, Strauss-Kahn instó nuevamente a China a ajustar la tasa cambiaria del yuan por su propio interés, pero señaló que estaba en desacuerdo con las críticas en Estados Unidos y otros países del mundo que quieren una rápida apreciación de la moneda china.

Strauss-Kahn dijo además que el gobierno norteamericano no debería tener problemas para financiar su inmensa deuda pública, y matizó los temores sobre la economía de Japón luego de que Standard & Poor's recortase la semana pasada la nota de su deuda soberana.

En cuanto a la economía mundial, Strauss-Kahn sí lanzó una advertencia, explicando que "ésta no era la reactivación que queríamos".

"Ésta es una reactivación basada en tensiones, que incluso pueden sembrar las semillas de la próxima crisis", lanzó.

Strauss-Kahn explicó que el ritmo de la reactivación entre las economías desarrolladas y emergentes está desequilibrado y reedita la situación justo antes de la crisis económica mundial de 2008.

"Mientras el crecimiento se mantiene por debajo de su potencial en las economías desarrolladas, los países emergentes y en vías de desarrollo están creciendo mucho más rápido, y pronto podrían ver un recalentamiento" de sus economías, agregó.

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